viernes, 9 de diciembre de 2011

Capitulo 4: Un inicio movidito


El débil sonido del correr de las aguas del rió cada vez se hacía más fuerte conforme iban avanzando por la extensa llanura. Era el primer vestigio que habían tenido durante toda la tarde, de su destino, desde que habían salido del pueblo, cansados de los paquetes que llevaban encima y del largo camino sin descanso, los ocho amigos, deseaban hallar el rió para poder parar a descansar y así pasar la noche, ya que el sol empezaba a caer entre las montañas del valle. Aquel débil sonido se hacía cada vez más poderoso conforme avanzaban dándoles fuerza y ánimos para seguir adelante.